sábado, 25 de mayo de 2013

CUENTO DE ENTRAMADO MÁGICO


El libro de dos caras del artista europeo

En el castillo de la reina de Europa, se había organizado una exposición de cuadros majestuosos, entre los cuales se presentaría como obra maestra la pintura de la reina de un artista afortunado. Quien fuera escogido por la reina en persona tendría que asumir el reto de crear una pintura de ella, como en verdad era y, sinceramente, era “mandona”. Todos los pintores de Europa estaban atemorizados y ninguno hasta ahora, había tenido el valor de presentarse ante ella. El único fue Garde S. Suel, un pintor poco conocido pero muy especial. Él tenía ojos azules, bigote crespo y una boina azul, la cual nunca se quitaba.

Cuando se presentó frente a la reina, los pintores reales se le burlaban, pero él sin ponerles atención les presentó una de sus obras. En ella pintó una cárcel con presos de verdad malos, pero entre las sombras había un joven acurrucado y triste con los brazos sobre la cabeza. La reacción de la reina no fue la esperada por todos, pues ellos creían que no le gustaría; pero al contrario, le encantó. Su expresión fue: -“¡maravilloso! he encontrado al pintor que pintará la realidad sobre mí”-. En ese momento, todos, incluso Garde S. Suel, quedaron asombrados porque él esperaba que le dijera que no.

Poco después de ser escogido, lo llevaron al taller donde trabajaría en el cuadro. Ese taller era totalmente lujoso y tenía riquezas, oro y antigüedades. Él se estableció y comenzó a hacer bocetos en su libro de dibujo. Al día siguiente muy temprano ya con los materiales, comenzó a pintar y cada vez que se cansaba tapaba el cuadro con una seda roja de muy buena calidad. Desde entonces pasaron 5 días y 6 noches en las cuales él nunca habló con nadie ni comió un solo bocado. Hasta que en la mañana del día 6 salió gritando: “¡lo han robado, lo han robado!” Todos en el castillo, incluso el cocinero, se dieron cuenta del escándalo por el robo del libro de dibujo de Garde S. Suel. La reina en persona les ordenó a todos sus guardias que lo buscaran porque era muy importante para el pintor; además, en él había ideas para el cuadro de la reina, lo cual era muy especial, pues de ellas dependería el futuro del pintor.

 
Después de una larga búsqueda, el pintor desistió y dejó en el pasado el libro. Fue entonces cuando terminó el cuadro que había tardado más de 15 días en hacer. No obstante, cuando lo terminó, todo el castillo estaba invadido de expectativa, temor y felicidad, una mezcla de sentimientos que nadie entendía. Llegó el momento y todos se reunieron en la sala principal para ver el “cuadro glorioso de la reina”. Era el momento de más tensión para todos, sin embargo, Garde S. Suel no tenía una sola muestra de nervios; era como si llevara una máscara de seriedad que no mostraba ningún sentimiento; simplemente se mostraba tranquilo.

De repente el silencio de la sala se interrumpió con las trompetas que anunciaban la llegada de la reina, quien al arribar dio la orden de que pasara el pintor. Garde S. Suel entró y traía con él un cuadro tapado son una seda roja muy fina y suave. Cuando estuvo frente al trono destapó su obra maestra y la presentó como “La verdadera reina”, en la cual estaba pintada ella con dos caras: en un lado estaba como siempre la veían sus sirvientes: muy arreglada y con una notable sonrisa; y en el otro, estaba con una expresión de mando y autoridad lo cual todos sabían que era cierto, pero nadie era capaz de decirlo, pues es la reina y todos conocían su poder. Nadie habló hasta que la reina dijo: – “Temía que no lo lograras pero en un solo cuadro me has mostrado la verdadera reina, sin necesidad de hablar mucho. Felicitaciones” –. Cuando finalizó, todos aplaudieron al pintor quien seguía sin inmutarse. Luego la reina siguió –“Muy bien hecho Garde S. Suel, tu pintura saldrá en la exposición”–dijo mostrando una sonrisa maliciosa –“o mejor dicho EDGAR SANTIAGO ELSUN”– añadió. Todos quedaron atónitos y la cara de  Garde S. Suel se llenó de duda y angustia, pues no entendía como ella sabía eso si él se había presentado como Garde S. Suel. Todo esto fue interrumpido cuando la reina le entregó el cuaderno perdido, el cual tenía en la portada el nombre EDGAR SANTIAGO ELSUN, escrito a mano y en el reverso: GARDE S. SUEL, también escrito a mano y todos los dibujos de adentro estaban firmado así: 

EDGAR SANTIAGO ELSUN

Continuara…

Por: ANGIE VALENTINA CÓRDOBA  Grado: 6ºB

 

Cuento hecho a base de: A12B3C4D2

Personaje
Objeto
Lugar
Suceso
Artista
Libro
Castillo
Robo

 

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