viernes, 15 de mayo de 2015

Día de los maestros

Para los maestros:

“Hay dos tipos de educación, la que te enseña a ganarte la vida y la que te enseña a vivir”. (Anthony de Mello)

No se puede llamar maestro a quien no sabe enseñar, no importa cuánto conocimiento tenga. Los maestros son personas que han estudiado el arte del mundo y son capaces de transmitirlo; todos y cada uno de ellos son sabios de la vida y como nuestros padres, nos enseñan a conocerla, a avanzar en ella, a crecer con ella, a ser mejores viviéndola.
Todo sueño empieza con un buen maestro que cree en nosotros, que nos empuja y nos anima a avanzar; a veces golpeándonos con una la dura verdad, pero siempre estando ahí para guiarnos.

Nadie nace sabiendo todo, la vida es la que nos enseña a través de las experiencias, mas a veces cuando estamos caminando en ella, nos perdemos y es por eso que existen personas como ustedes, maestros, que estarán siempre dispuestos a iluminar con conocimiento nuestros ojos.


Hay diferentes maneras de enseñar, como también hay diferentes maneras de aprender, sin embargo la verdadera es cuando se involucran dos personas, profesor y estudiante, y los dos escuchan, porque de la vida todos podemos enseñar, solo que cosas diferentes, puesto que solo se enseña lo que se sabe.


POR: ANGIE VALENTINA CÓRDOBA

miércoles, 6 de mayo de 2015

CARTA A UN AMIGO

Popayán, 2 de Mayo de 2015

Para mi amigo Omar Marín:

“De los diversos instrumentos inventados por el hombre, el más asombroso es el libro; todos los demás son extensiones de su cuerpo... Sólo el libro es una extensión de la imaginación y la memoria" 
Jorge Luis Borges

Una historia que no es una historia:

Ella impulsada por sus padres y cansada de la monotonía de la gente, comenzaba ya a alejarse; se dirigía despacio a la puerta, el cansancio, como el agua, ahogaba rápidamente toda su existencia, se apoderaba de todo su cuerpo, volviéndolo cada vez más lento, pero sin lograr detener aquel constante y rígido caminar.
En cuanto llego, situada firmemente frente a la puerta, tomó segura la manija y sintiéndose orgullosa de sí misma, la giro, la puerta se deslizó con un chirriante sonido que escandalizo a la joven e inexperta chica, pero no soltó la manija, puesto que aquel ruido era de esperarse, teniendo en cuenta cuán pesada era la puerta y cuanto costaba abrirla.
Ya dando el primer paso, se halló fuera del mundo al cual la gente quería limitarla, y se adentró en un universo que se abría flamante ante sus ojos.
Mas aunque la felicidad y el gozo se expandían en su ser, también se sintió perdida, ahora tenía que escoger un camino entre tantos, comenzar a decidir.
Sentía curiosidad de todos aquellos libros que marcaban el inicio de cada camino, todos aquellos títulos colgados frente a cada puerta, eran diferentes, eran únicos.
algunas puertas con fachada antigua, tenían títulos con letra brillante, de apariencia metálica desgastada, otras aparentemente nuevas eran talladas en madera pintadas ágilmente con colores vivos, incluso tenían imágenes o eran escritas en runas; pero todas eran examinadas delicadamente por la chica, quien seleccionaba entre millones sus preferidas.
Y aunque quería saber cuál era el final de todas aquellas historias, también brillaba en su corazón con mayor fuerza, el querer trazar, escribir, su propio camino.
Fue así como comenzó el largo viaje, algo solitario, de la chica.
Ella nunca dejo de caminar, nunca dejo de leer, cada vez eran más los libros que habría, cada vez eran más puertas se habían ante ella. 
Pero en un punto se encontró con una puerta que no había visto antes, aquella historia con tan solo mirarla hizo florecer en sus ojos un nuevo brillo y en su corazón una nueva alegría, se quedó mucho tiempo sentada frente a la puerta, esperaba poder saber más sobre ella, esa puerta no podía haber aparecido porque si, en la base se notaba, alguien la había colocado ahí, la chica quería conocer a ese alguien.
Y lo conoció, el resulto una maravillosa persona, de corazón amplio, de mirada alegre, despegado de las cosas, alguien que apreciaba tanto como ella las puertas, los libros.
El al verla tan interesada en las puertas, le mostró más, le dio a escoger e incluso un día, le regaló la llave de una.
Ese día fue para ella uno de los mejores, cuando tuvo en sus manos la llave rebosó de alegría, se encontró en un torbellino de sentimientos que la abrumaban, no le mostró directamente cuán feliz estaba, pero sí quiso hacerlo, solo necesitaba una manera especial de lograrlo, una manera especial de agradecerle.
Y luego a esa llave se le unió otra y otra, con ellas el torbellino creció y creció, ella fascinada, no sabía aún como agradecerle a aquel hombre, mas fue entonces cuando en su mente cursó una idea, un barco luminoso entre el mar de su conciencia.
Le escribiría.
Te escribiría.

Mil Gracias.


Angie Valentina Córdoba.

EL DÍA DE LA MADRE...




Quiero comenzar compartiendo con ustedes un anuncio, un mensaje, que salió en los medios de comunicación, cito:

“Mi mama me enseño a mezclar disciplina y esfuerzo para salir adelante, que había que practicar y practicar hasta que las cosas salieran bien, me enseño que todos somos iguales y a seguir cuando las cosas no salen como uno espera y que cuando uno es suave por dentro a veces hay que ser fuerte por fuera”

Estas palabras, este día, es para todas las mamas que nos acompañan siempre, porque desde nuestro nacimiento, nos entregaron todo de sí; aquellas que nos impulsan a ser cada día mejores, cada día más felices. Que aunque seamos mayores, nos cuidan y están pendientes de nosotras; que están siempre dispuestas a darnos un abrazo y  a entregarnos todo su amor.

Hoy celebramos la existencia de aquellas mujeres que siempre nos apoyan, de esas personas que como caballeros de armadura nos defienden y nos impulsan. Son ustedes las madres motivo de nuestra alegría, motivo de nuestro festejo y orgullo.

Ustedes, las que nos toman la lección o nos escuchan sin importar que tan cansadas y ocupadas estén; ustedes, quienes nunca dejan de preocuparse por nosotras sin importar que tan grandes estemos. Quienes nos preguntan por la tarea, por nuestro día, nos empujan, nos apoyan y nos aconsejan.

Nosotras ya sabemos cuáles son nuestras obligaciones, nuestros deberes, pero a veces, a nuestra edad, nos preocupamos por otras cosas por ejemplo la música, los chicos, las redes sociales, el internet y los libros, nos da pereza muy a menudo, nos portamos más groseras e irrespetuosas. Sin embargo ustedes están ahí para ayudarnos, para guiarnos, para enseñarnos a ser mejores, a concentrarnos y a ser más dedicadas.

Tienen la paciencia para lidiar con nosotras, para estar a nuestro lado siempre, en las buenas y las malas, son las mejores y únicas amigas con las que podemos contar, son ustedes madres, la mayor expresión de amor existente en este mundo y es por eso que les damos las gracias.

Por ser las mejores desempeñando su oficio, las mejores apoyándonos, las mejores compañeras, las mejores madres. Nunca cambien, nunca nos suelten, pues aunque crecemos aun las necesitamos, aun necesitamos sus consejos y su amor, aun necesitamos su fuerza y su luz.

Aun somos sus pequeñas.


GRACIAS, ANGIE VALENTINA CÓRDOBA.