Se había inventado
la máquina del tiempo y yo me ofrecí para viajar en ella, pero como funcionaba
con petróleo, me quede atascado en el futuro, aunque eso no era lo planeado se
suponía que yo iría a aprender y descifrar ciertas cosas que había sido descubiertas,
como el que existía hombre que viviera para siempre lo cual era mentira.
En fin, en el año
tres mil los autos son impulsados por energía producida por CO2, no hay
carreteras si no cintas trasportadoras que se pueden usar de forma mental para
llegar donde uno quiere, robot que son niñeras y mucamas, mi colegio San José
de Tarbes tiene cinco pisos, ascensores,
cintas transportadoras, todos los patios cubiertos por vidrio, tableros
táctiles y computadores, alberga como doscientas hermanas y mil niñas en los
días de colegio y a veces cinco mil personas más, los edificios sin energía,
son de un solo piso y además están en el
aire permanentemente a sí que son inaccesibles.
Cuando apenas me
estaba acostumbrando a casi no hacer nada, se presentó una catástrofe, el sol murió y todo quedo sin
energía pues con eso funcionaban, de repente se propago una enfermedad
producida por un gas que emitían las máquinas y comenzaron a volverse zombis
las personas, pero nadie sabía qué hacer, los robot no podían protegernos, pocos sobrevivimos,
diez para ser exactos en cerrados en un centro comercial y protegidos por fuego
que yo les enseñe hacer, el vivir en el pasado era más interesante y mejor pues
todos eran bobos en el futuro no sabían hacer nada solos.
A las dos semanas
después ya no había comida y tuvimos que salir disfrazados y así logramos
sobrevivir hasta que pude regresar al pasado con una máquina del tiempo y prevenir eso dando una cura a todos, pero
quedo solo un zombi el más fuerte a quien mate con fuego.
Así salve al mundo,
ANGIE VALENTINA CÓRDOBA
FIN
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